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Gestión política de la información

 Destrucción, manipulación y control de la información

ROBERT FISK

Los mongoles tiñeron el río Tigris de negro con la tinta de los libros iraquíes que destruyeron. Los mongoles de hoy prefieren destruir a los hombres de letras que escriben esos libros. Desde que comenzó la invasión angloestadunidense han sido asesinados al menos 13 académicos, sólo de la Universidad de Bagdad, lo mismo que innumerables intelectuales en el resto de Irak.
Profesores de historia, decanos de universidad, maestros de árabe, todos han sido víctimas de una guerra contra el aprendizaje. Hace sólo seis semanas -hecho que, como de costumbre, apenas se reportó- la decana de un colegio de leyes de Mosul fue decapitada en su cama, al igual que su esposo.

Quiénes son los actuales mongoles, permanece como el doloroso misterio de nuestra historia. No son los contrariados estudiantes, pero algunos de ellos podrían ser cazadores de ex miembros del partido Baaz, ya que todos los jefes de departamentos académicos eran obligados a unirse al partido de Saddam Hussein.

Sin embargo, está claro que ninguno de los profesores de la Universidad de Bagdad militaba activamente en dicho partido, más allá de llevar un carnet que lo identificaba como miembro de Baaz.

Incluso el ex presidente de la universidad, doctor Mohamed Arawi, cirujano muerto de un disparo en su clínica hace un año, es recordado como liberal y humanitario. Pero los profesores ahora vigilan la puerta de los auditorios donde dictan sus cátedras tan cuidadosamente como vigilan a sus estudiantes, ¿y quién puede reprochárselos?

Después de todo, el doctor Sabri Bayati, del Departamento de Geografía, fue muerto a tiros tan sólo el mes pasado, cuando se encontraba afuera del Departamento de Arte y delante de muchos de sus estudiantes.

"Le dispararon ahí, junto a la pared", me dijo este martes uno de sus colegas. "Mu-chos alumnos vieron al asesino, pero no pu-dieron hacer nada. Dos balas. Eso fue todo. Su cuerpo quedó ahí tirado durante dos horas, cubierto con una sábana, antes que se lo llevaran".

Basta conversar con los académicos de la Universidad de Bagdad para que comiencen a rodar los nombres. El doctor Nafa Aboud, del Departamento de Lengua Arabe, fue ase-sinado hace sólo dos meses. El doctor Hissam Sharif, del Departamento de Historia, estaba sentado frente a la puerta de su casa cuando llegaron sus asesinos que le dispararon a él y a dos de sus amigos que había ido a visitarlo. El doctor Falah Dulaimi, asistente del rector de la Universidad de Mustansariya, en Bagdad, murió cuando le dispararon en su oficina, el año anterior.

"¿Qué podemos hacer?", me preguntó Saad Hassani, del Departamento de Inglés de la Universidad de Bagdad. "Hace apenas un mes mi hijo Alí, quien estudia en nuestro Departamento de Biología, fue secuestrado. Salió a pie del campus un día muy caluroso. Tomó un taxi y el conductor le ofreció un trago de agua helada. Perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí estaba en un cuarto oscuro, con los ojos vendados. Lo golpearon y lo torturaron con electricidad. No dijeron mi nombre, pero él escuchó a dos grupos de hombres discutiendo y uno de ellos dijo: 'Agarraste al equivocado'. Le dijeron que no querían que permaneciera en el país. Lo arrojaron de un auto y quedó a un lado del camino. Por lo menos no lo mataron. Ahora no sale de su casa. Reprobó todos sus exámenes. ¿Qué debo pensar de esto?"

Otro trabajador de la universidad sospecha que hay una campaña para eliminar a todos los académicos iraquíes con el fin de completar el asesinato de la identidad cultural de Irak que comenzó con la destrucción de la Biblioteca Coránica de Bagdad, los ar-chivos nacionales y el saqueo de los museos arqueológicos, todo esto cuando el ejército estadunidense ingresó a Bagdad.

"Tal vez los kuwaitíes quieren vengarse de lo que les hicimos en 1991", me dice un catedrático. "Quizá los israelíes se están cerciorando de que nunca tengamos una infraestructura intelectual aquí. Usted me sugiere que podría ser la resistencia. ¿Pero qué es la resistencia? No sabemos quiénes son. ¿Acaso es nacionalista? ¿Entonces por qué querrían librarse de nosotros? ¿Es religiosa? El Departamento de Arte se ha convertido en un púlpito para el islamismo. Todas esas personas son parte de la universidad".

En la ciudad sureña de Nasiriya, muchos jefes departamentales de universidades han recibido cartas amenazadoras en las que les ordenan irse de Irak. En mayo, al menos un doctor y académico de la Universidad de Bagdad huyó del país tras recibir una misiva de ese tipo.

El asesinato de la decana del Colegio de Leyes de Mosul, ocurrido el mes anterior, fue el más sanguinario de los ocurridos hasta ahora. "Estaba en la cama con su es-poso cuando llegaron por ella", me dijo uno de sus colegas en Bagdad. "Les dispararon fríamente a los dos. Luego los decapitaron con cuchillos".

Miembros de facultades de artes y ciencias han sido víctimas. El doctor Abdul Latif Maya trabajaba en un proyecto de planeación urbana en el Departamento de Geografía de la Universidad de Bagdad cuando fue asesinado en su casa. El profesor Wahid Mahjoub fue asesinado en el Colegio de Educación Física en abril del año anterior, justo mientras las tropas de Estados Unidos entraban a la capital.

"El doctor Arawi me dijo dos días antes de que lo asesinaran que no tenía nada qué temer", recordó este martes un amigo suyo. "Me dijo: 'nunca le he hecho daño a nadie, todos me respetan'. Pero su hijo estaba preocupado. Solía acompañar a su padre a la clínica donde recibía tratamiento. El día de su muerte, sus asesinos entraron al hospital fingiendo ser pacientes y le dispararon en el momento en que era sometido a una cirugía. Su hijo estaba afuera del quirófano".

En las primeras semanas de su proconsulado de ocupación, Paul Bremer despidió a todos los académicos que habían sido miembros del partido Baaz.

"Se fueron a su casa y trataron de salir del país", se quejó otro profesor de arte de Bagdad. "No eran malas personas. Pero ahora temen volver porque creen que están en una especie de lista. Tienen miedo por sus vidas, igual que los que se quedaron".

ROBERT FISK THE INDEPENDENT
México D.F. Miércoles 14 de julio de 2004
http://www.jornada.unam.mx/2004/07/14/028n2mun.php?origen=mundo.php&fly=1


JOSÉ STEINSLEGER

En la marejada de textos y documentos que circulan en el ciber-espacio llegó a mis playas un documento del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), que empieza así:
"El mossad (agencia de inteligencia israelí) con la participación de los ocupantes estadunidenses en Irak, ha logrado hasta el momento asesinar a 350 científicos nucleares iraquíes y más de 200 profesores universitarios de los diferentes campos científicos, según un informe del Departamento de Estado de EU."

La atroz densidad de la denuncia y la imposibilidad de cotejar la fuente me llevaron a guardar el documento, tomando con pinzas las afirmaciones de un grupo político con interés directo en los asuntos que comenta. Pero en febrero pasado, un informe similar, de fuente más creíble, asegura: "El Pentágono ha gastado 3 mil millones de dólares en crear los 'escuadrones de la muerte' que podrían estar detrás de los asesinatos de docentes..."

En nómina actualizada hasta el 14 de marzo pasado, el Comité de Solidaridad con Irak del Tribunal Bruselas precisa las circunstancias en las que fueron torturados y asesinados 141 profesores de varias instituciones y centros de enseñanza superior: universidad de Bagdad, al-Mustansiriya, Tecnológica y al Bahrein, todas de la capital iraquí: Hilla (Babilonia), Mosul (Nínive), Diwaniya (Quadisiya), Instituto Técnico, y de Basora (Basora), Saladino (Tikrit), Baquba (Diyala), Ramada (Al-Anbar), Kufa (Nayaf), Mosul (Mosul), entre otras instituciones académicas.

Acerca de la situación en que el intelectualmente fuera el país más avanzado del islam, el redactor del informe, Dick Adriansens, dice: "El personal universitario iraquí está desesperado". La lista incluye nombres, apellidos y direcciones de rectores, decanos, biólogos, sociólogos, médicos, historiadores, filólogos, físicos, ingenieros, pediatras, lingüistas, geógrafos, economistas, educadores y científicos nucleares que, lamentablemente, ya no podrán colaborar con el nuevo "gobierno democrático de Irak".

Por su lado, el Sindicato de Periodistas de Irak ofrece una relación actualizada al 4 de mayo pasado, de 109 afiliados asesinados en diversas situaciones. Ambos informes empatan con el presentado por el colombiano Fernando Báez, quien en mayo de 2003 visitó Irak con una comisión de la UNESCO.

Báez es biblioclastiólogo (de biblioclastia), nombre que los griegos daban a la destrucción de libros. Sólo la Biblioteca Nacional de Bagdad (tres pisos uniformes de 10 mil 240 metros cuadrados construidos en 1977) perdió con los bombardeos más de un millón de volúmenes, docenas de millones de documentos impresos, la casi totalidad de los archivos microfilmados y del Archivo Nacional de Irak.

El experto se pregunta: ¿por qué las tropas de ocupación hicieron la vista gorda con los saqueadores de de las grandes bibliotecas del país? ¿Quién organizó a los grupos de civiles con apoyo externo que en medio del caos, el humo y las llamas ingresaron a los recintos climatizados que guardaban los manuscritos más importantes, pergaminos, piezas y tablillas de arcilla 2 mil años más antiguas que el reino de David?

El anterior director de la Biblioteca de Bagdad se lamentó con nostalgia: "No recuerdo semejante barbaridad desde los tiempos de los mongoles" (1258, invasión de Bagdad, cuando las tropas de Hulagu, descendiente de Gengis Kan, destruyeron todos sus libros arrojándolos al río Tigres).

El líder chiíta Al Sajid Abdul-Muncim al-Mussawi ordenó a sus fieles rescatar de los bárbaros casi 300 mil libros que se transportaron en camiones hasta la mezquita de Haq, "... donde se amontonaron en hileras interminables que llegan en algunos casos al techo".

"Concluido el desastroso pillaje -añade Báez- no había literalmente nada que hacer. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, a modo de excusa ante estos hechos comentó: 'la gente libre es libre de cometer fechorías y eso no puede impedirse'."

Entre quienes cometen libremente "fechorías" no sólo hay militares y saqueadores. Los criminales de guerra también cuentan con el apoyo implícito de intelectuales "libres" como Salman Rushdie, Oriana Fallacci, Martin Amis, Bernard-Henry Lévy, Michel Houellebecq, Giovanni Sartori y otros que, con el único fin de vender más libros, ignoran a conciencia que la primera destrucción de libros del siglo XXI ocurrió en la nación donde tuvo lugar la invención del libro en 3200 antes de Cristo.


José Steinsleger
Miércoles 24 de mayo de 2006
http://www.jornada.unam.mx/2006/05/24/index.php?section=opinion&article=028a2pol

Es importante precisar aquí que los únicos libros destruidos no fueron los de la Biblioteca Nacional. Las tablillas de arcilla de los sumerios, los primeros libros de la humanidad, de unos 5300 años de antigüedad, quedaron en ruinas y la mayoría fueron robadas del Museo. Entre otros, este centro almacenaba textos de Súmer, Acadia, Babilonia, Asiria y Caldea, Persia y varias dinastías Árabes. Si el lector no lo sabe, es necesario decirle que aquí se guardaban las tablillas del Código de Hammurabí, donde aparece el primer registro de leyes del mundo. Asimismo, cientos de tablillas de arcilla aún sin descifrar desaparecieron y algunas contenían datos sobre el origen de la escritura. Para dar una idea de la importancia que vino a tener el acto de la memoria escrita para los sumerios, conviene recordar la leyenda de Enmekar (h. 2750 a.C.), rey de la majestuosa ciudad de Uruk, héroe respetado y temido, tal vez nefasto, quien fue condenado en el infierno a beber agua putrefacta por no haber dejado escritas sus gestas, cuyo espíritu podría haber estimulado la formación de hombres más valientes y seguros de sí mismos. Tablillas con el Poema de Gilgamesh fueron sustraídas. Las tablillas de la biblioteca de Sippar aún no aparecen,

Un testimonio de posguerra
LOS LIBROS DESTRUIDOS EN BAGDAD
Fernando Báez
http://www.ucm.es/BUCM/cee/baez.pdf


■ Tecnocultura, nuevo libro del colaborador de La Jornada publicado por Tusquets Cada vez profundizamos más en el culto por la tecnología: Naief Yehya ■ La computadora y el teléfono celular revolucionan la vida ■ El frenético avance de los adelantos mantiene tiranizada a la humanidad, alerta ■ Hipotecamos la existencia por objetos inútiles, dice Ángel Vargas ¿Puede la tecnología hacernos más felices? “No”, es la respuesta contundente de Naief Yehya, quien cuestiona una de las principales promesas que vende el capitalismo: que el desarrollo de la tecnología, junto al de la ciencia, otorga mayor libertad, tiempo, bienestar y felicidad a las personas. “Últimamente me he interesado mucho en eso y me he encontrado con que los expertos sobre el tema de la felicidad coinciden en afirmar que la tecnología no brinda más felicidad, como tampoco el dinero”, explica. La felicidad “depende de tener un nivel en el que todas las necesidades están satisfechas, con cierta comodidad, y en el cual se abren los espacios para interactuar con la familia, los amigos, el amor. Esos tres son, básicamente, los aspectos que nos conducen a ser felices; las demás, ofrecen satisfacciones”. Ingeniero de formación y pionero en analizar en medios de comunicación el tema de la relación entre tecnología y cultura, mediante una columna en el suplemento La Jornada Semanal, el especialista sostiene inclusive que el frenético avance tecnológico mantiene tiranizada a la humanidad en una angustia compulsiva de consumo de enseres y objetos generalmente innecesarios. Reportaje de Ángel Vargas. http://www.jornada.unam.mx/2008/11/20/index.php?section=cultura&article=a09n1cul


Una cultura aparte: los videojuegos TOLERANCIA El universo de los videojuegos parece hostil, cerrado y excluyente de todo novato, particularmente si se tienen más de veinticinco años. A pesar de que los videojuegos han estado con nosotros desde hace décadas, y que parecen avanzar como un tsunami cultural, aún existe una clara segregación entre dos grupos de personas: los que juegan y los que ni siquiera se enteran de su existencia. Despreciar los videojuegos es aceptable socialmente, ya que cargan con un estigma que es enfatizado constantemente por los medios, los cuales aprovechan cada oportunidad para señalar que son una lamentable fuente de enajenación, que influencian a asesinos seriales y a toda clase de sociópatas. Los juegos de video (una industria que el año pasado generó tan sólo en eu 21.33 mil millones de dólares, y que a pesar de la brutal crisis económica planetaria sigue creciendo) son tolerados como niñeras electrónicas, pero difícilmente considerados como un entretenimiento sano, una actividad intelectual redimible o un arte. TRES FILOSOFÍAS Los videojuegos son considerados por la mayoría precisamente como eso, juegos, entretenimiento que no tiene cabida en el discurso cultural y no deben equipararse con la literatura, la música, las artes visuales o el cine. Parte del problema de esta visión es que se considera a todos los juegos como juguetes infantilizantes y violentos. El universo lúdico de los juegos de video es diverso, complejo y de una riqueza apabullante. Tenemos, por una parte, juegos arbitrarios y deliberadamente absurdos que carecen de narrativas complicadas, como los clásicos PacMan (Toru Iwatani, 1980), Donkey Kong, Mario Bros y La leyenda de Zelda (Shigeru Miyamoto, 1981, 1983 y 1986). Estos juegos son extremadamente fáciles de entender y jugar, y son muy atractivos tanto para niños como adultos. Los juegos creados por Miyamoto fueron hechos para la empresa japonesa Nintendo y han regresado revitalizados para la plataforma Nintendo Wii. Esta celebrada compañía nipona, fundada en 1889 por Fusajiro Yamauchi para producir juegos de cartas como Hanafuda, entró al mercado de los juegos electrónicos en 1975 y hoy es uno de los principales proveedores de plataformas de juego. Actualmente sus más temibles competidores provienen de mundos distintos (Sony, el gigante de la electrónica y Microsoft, el orwelliano hermano mayor del software) y esto en gran medida determina sus diferencias. Mientras Nintendo se esmera en crear sofisticados “juguetes”, Sony y Microsoft se enfocan en crear vertiginosos juegos de estrategia, con historias (hasta cierto punto) verosímiles, minucioso diseño artístico y un despampanante trabajo escenográfico. Esto no quiere decir que los juegos de Nintendo no tengan atractivos visuales o no requieran ingenio, pero su interés está centrado en la dinámica del juego mismo más que en factores estéticos. Microsoft puso en el mercado la plataforma XBox (2001) y en 2006 lanzó el XBox 360, una poderosa computadora con disco duro y un enorme potencial; Sony creó la consola Playstation, cuya tercera versión, el PS3 (2006), es un prodigio tecnológico que emplea el novedoso microprocesador Cell y usa discos Blue-ray. Wii tiene la cualidad de hacer que en ciertos juegos el jugador use todo su cuerpo y no solamente sus dedos para jugar. LOS GÉNEROS PRINCIPALES 1. los juegos de dios, en los que el jugador crea un mundo como en The Sims y sus decenas de variantes. 2. Los de supervivencia, en los que el jugador debe defenderse de monstruos, zombies y enemigos de todos tipos. 3. Los de tiradores en primera persona, quizás el género más criticado porque supuestamente desensibiliza al jugador al darle la oportunidad de volverse un asesino invulnerable, además de que son el tipo de juegos que emplea el ejército estadunidense (entre otros) para entrenar reclutas. LOS GRANDES SECRETOS DE LOS JUEGOS DE VIDEO: Son difíciles, requieren concentración, dedicación y el desarrollo de varias destrezas. Aun en el hiperviolento Grand Theft Auto es necesario “trabajar”, cumplir con objetivos, repetir rutinas, crear redes de relaciones (incontables horas en reuniones, llamadas telefónicas, etcétera), evaluar estrategias y valorar los beneficios de cada acción. Lo más importante es que los videojuegos obligan al jugador a responsabilizarse de sus decisiones y, aunque uno tenga vidas infinitas en ese espacio, “morir” tiene siempre un costo en puntos, en tiempo y en el ego. Muchos de estos juegos reflejan con fidelidad la vida cotidiana: la competitividad (a menudo desleal), la necesidad de cuantificarlo todo, la obligación de cumplir metas y soportar el eventual tedio. Este no es un medio que invite a la introspección, pero sí a la resolución de problemas, a la exploración de mundos increíbles y a practicar habilidades que sin duda tendrán uso en un mundo cada día más mediatizado y digitalizado. Naief Yehya. http://www.jornada.unam.mx/2009/03/15/sem-naief.html


Cuando el mundo parecía haberse hecho a la idea de que Facebook había llegado para quedarse, descubrimos Twitter, un servicio de red social y micro-bloggeo que permite a los usuarios postear sus pensamientos en tweets, mensajes de 140 caracteres o menos, desde la web, por mensaje de texto o instant message. Twitter parece diseñado para aquellos que consideran que Facebook es demasiado lento, verbosos y muy siglo XIX, y My Space es tecnología del Virreinato (esta benemérita red que enseñó a millones lo que significaba socializar en el ciberespacio fue adquirida por Rupert Murdoch, el zar de Fox, y que tras años de bonanza acaba de despedir al treinta por ciento de su personal). Twitter es un servicio gratuito sin anuncios (por tanto no genera ingresos); es un sistema de comunicación muy ágil, versátil y portátil: no hay que visitar esa página para enviar o leer tweets. Twitter tuvo sus momentos de maduración durante el terremoto de China, cuando un avión comercial acuatizó en el río Hudson y en las manifestaciones en Moldova, Islandia, Georgia y Egipto, pero vino a establecerse como un recurso importante en Irán. Como en todos los medios digitales, es muy fácil sembrar desinformación y falsos rumores por Twitter, así como infiltrar grupos disidentes. Pero también es fácil en estos medios no hegemónicos ni centralizados detectar mentiras y cazar espías. Lo que es obvio es que Twitter es un medio elitista que muy pocos comprenden y aún menos saben usar. Naief Yehya. La Jornada Virtual. http://www.jornada.unam.mx/2009/07/05/sem-naief.html


El periodista Stephen Baker publicó un libro llamado: Los numerati. señala que bajo este rubro ha descrito a la mafia cibernética que registra y analiza cada movimiento que una persona realiza por medios electrónicos. Llamadas, mensajes de celular, compras con tarjeta de crédito. Nadie en el mundo escapa, dice. http://www.jornada.unam.mx/2009/09/02/index.php?section=espectaculos&article=a08n1esp

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